Son programas que permiten la ejecución de tareas concretas, como procesar texto, manipular archivos gráficos, comunicarse mediante correo electrónico, etc. Podríamos decir que se encargan de hacer funcionar los componentes físicos del ordenador con el objetivo de realizar una misión específica.
Hay distintos tipos de aplicaciones o software para cada tarea que pueda ser realizada mediante un ordenador. Así encontramos distintos programas capaces de procesar texto, suites ofimáticas, que facilitan casi toda la gestión de documentos de una oficina media, incluso de realizar trabajos minoritarios y muy especializados, como controlar las llaves de riego de una explotación agrícola.
Sin embargo, también podemos clasificar el software, no por su funcionalidad, sino por el tipo de licencia que lo cubre, esto es, por su carácter propietario o libre, en definitiva.